Para la abogada criminóloga el cambio de sistema penal hará que el menor denunciante sea aún más perjudicado que en el actual

Martha Valfré es licenciada en Psicología, doctora en Derecho e hizo cursos de posgrado en Victimología y Criminología en Uruguay y en la Universidad de La Plata en Argentina. La profesional, cuya opinión sobre la ley de violencia doméstica seguramente disgusta a las organizaciones feministas, considera que los derechos de los menores –sobre todos los agredidos– están limitados en el actual y lo seguirán estando cuando entre a regir el nuevo Código del Proceso Penal (CPP).
Todo indica que cuando entre a regir el nuevo CPP habrá un régimen acusatorio para los mayores y seguirá el inquisitivo para los menores.
Hoy las denuncias se hacen en la Policía o en el Poder Judicial. Si vas a la Policía te toman la denuncia, el que la toma le avisa a un superior, el superior llama por teléfono al juez y este manda citar al denunciado al otro día y, según la gravedad de los hechos, pasa la noche en la comisaría o se va para su casa y al día siguiente va a declarar. Si es algo serio y quedó en la comisaría, al otro día a las 9 –te dicen a las 8 pero es mentira– a las 9 de la mañana lo llevan al Centro de Investigación Criminal (CIC) en la calle Buenos Aires y Bartolomé Mitre, en el cuarto piso donde funcionan las urgencias. La práctica te enseña que si vas con abogado de oficio, tenés un destino, y si vas con abogado privado tenés otro.
Porque si hay dos defensores de oficio y están con cuatro juzgados de turno, no tienen clones. De la comisaría paso al juzgado; si mi familia consiguió un abogado ya tengo defensa. Si no, cuando entre a declarar habrá una receptora, no el juez, o sea que el Pacto de San José de Costa Rica, que dice que siempre tiene que estar el juez, se va al diablo porque muchas veces no está ni el fiscal. Puede estar el adjunto, o si no asoma la cabeza y dice “¿cómo venimos? Avisame cuando esté pronto así vengo”. Y si tengo un abogado de oficio normalmente tampoco está ahí, se asoma y avisa que después viene.
El que sí está, dependiendo también del juzgado que sea, es el abogado del denunciante. Entonces, declaro y ahí me entero de qué se me acusa.
¿Qué es lo que pasa en este sistema? Es perverso, porque mis respuestas quedan supeditadas a lo que el receptor pregunte y anote, y como nadie me explicó ni sé de derecho, respondo, y sobre ese escrito es lo que acusa el fiscal y lo que decide el juez. En el sistema acusatorio todo el juicio sería con el denunciado en libertad, o sea que operaría la libertad preventiva como regla. Hasta ahora funcionaba como pedían las masas y por eso en la cárcel ya no entra nadie. En el nuevo sistema, salvo casos muy graves, pasarías el juicio en libertad. Pero, además, si una audiencia se hace sin juez o sin abogado, es nula.
¿Los menores seguirán siendo juzgados con un sistema inquisitivo?
Para menores infractores está en la duda y están viendo de asimilar el sistema al acusatorio, con lo cual las rapiñas van a pulular porque todo el juicio va a ser en libertad. Habrán dos sistemas coexistiendo, con toda la tranca que eso supone porque si hay un juicio que empezó antes de la reforma, será por el sistema anterior, si no, es por el nuevo. Va a ser un caos para los jueces.
¿Por qué esto afecta al menor cuando es denunciante?
El menor denunciante ya está perjudicado hoy y será peor en el futuro. Pensemos en una denuncia que se da porque un adulto toquetea a un menor. Si vas a la comisaría con el nene o la nena, el chiquilín escucha todo mientras toman la denuncia, el comisario llama al juez y le da pase a Penal y a Forense. A Forense no sé para qué porque no es violación, sino abuso. Pero se lleva al nenito para que lo toquetee otro adulto. Para que procesen a alguien por atentado violento al pudor tiene que ser algo de una enorme contundencia. La regla es que se deriva el caso a los juzgados de Violencia Doméstica. Tres meses después vuelven a citar a todos, vuelve a declarar el nenito, otra vez revive el tema y ahí no falta el iluminado que pide una pericia psicológica.
Pero si ya le habían hecho una pericia en el mismo Poder Judicial.
Cuando planteás eso, te dicen: “Son sedes diferentes, procederes diferentes, es así”. Ahí aparece un equipo técnico que evalúa, y según las recomendaciones, la mayor parte de las veces son medidas cautelares, suspensión del régimen de visitas si el acusado es el padre, y como no hay pruebas para procesar, queda ahí. Entonces las madres son las que salen a buscar pruebas con técnicos particulares para lograr un procesamiento. El tema del abuso en Uruguay es un asunto muy difícil.
¿Y en el nuevo sistema qué pasa con el menor denunciante?
Todo parece de Disney. Está previsto que lo vayan a interrogar en la cámara de Gesell (habitación especialmente acondicionada para entrevistas) y con todas las garantías que se deben tener. El tema es que eso no está. No hay cámaras de Gesell, tampoco hay técnicos de guardia en los juzgados penales. Si hago una denuncia un sábado de noche, nos citan para el otro día a las 8 de la mañana, cuando lo único que hay es un forense que lo remite al Instituto Técnico Forense, que pericia para Civil, para Penal, para Familia, para todo.
Entonces, pone el caso en la cola y lo citarán en algún momento. Así va a quedar para el lunes, pero cuando al técnico del ITF le digan que lo necesitan urgente, va a decir que no tiene condiciones porque están desbordados.
¿Entonces?
Va a seguir funcionando como a la antigua porque no hay técnicos suficientes. Yo correría todo un paso: pondría que desde la recepción de la denuncia ya lo evalúe el técnico y luego lo excluyan. Que graben la declaración, la filmen, pero que luego excluyan al niño. Es una sola vez. Si no hay violación,
¿para que lo toquetea el forense?
A nivel de Familia he escuchado a padres que se quejan de que las madres utilizan el sistema para solucionar problemas de pareja que terminan afectando su relación con los hijos.
Claro, porque lo que hacen es cortarle la visita.
Pero si yo soy el acusado y la acusación es falsa, la medida es grave.
Si te hago una denuncia trucha no hay prueba contundente, por lo que no vas a ir preso, pero no vas a ver a tu hijo por un buen tiempo porque voy a chicanear con eso y te voy a obligar a pagar una pericia, y no va a haber perito que se la juegue en decir que no sos abusador. Y si la denuncia es verdadera y perdés las visitas, pero quedás libre, el nene siente que no se hizo justicia porque la persona que lo toqueteó sigue ahí.
O sea que hay injusticia en los dos extremos. Extremadamente suave en lo Penal y muy severa en Familia.
Tengo el caso de un señor que fue acusado de abusar de su hijastra. Es evidente que la denuncia es falsa. En Penal no encontraron mérito, pero en Familia al hombre lo sacaron de la casa y no puede ver ni a la hija ni al hijo.
¿Y si el acusado va preso pero los niños quieren visitarlo?
La cárcel antes de dejar entrar a un menor requiere un trámite que solo lo puede hacer quien tiene la tenencia. Si te denuncié, ¿voy a verte al Comcar?
En el caso reciente del hombre que mató a su mujer y la jueza dejó a sus hijos con la familia de él, ¿pueden llevarlos a ver al padre a la cárcel?
Sí, porque ellos tienen la tenencia provisoria. La Policía se fija si el que lleva al niño tiene permiso.
Entonces, para esto de las visitas es sustancial a quién decide la Justicia darle la tenencia.
Sí, claro.
¿Y qué pasa si es al revés, que los nenes no quieren ir a ver al padre y el mayor a cargo igual los lleva?
Tendrán que hacer una denuncia anónima en el INAU

Ningún niño va a tomar esa iniciativa. Planteados así los derechos de los niños son una fantasía.
Y sí, porque no tienen capacidad de actuar por sí solos. Yo tengo un caso de un nene que se fugó de la casa para hacer la denuncia. Hay tenencia, guarda y patria potestad. La guarda, aunque se divorcien, la tienen los dos; la tenencia se ratifica judicialmente y la patria potestad es la capacidad de decidir sobre educación, deportes, religión, etc. En la práctica la patria potestad la tiene la madre porque si por una disputa se va al juzgado, el juez le va a dar la tenencia a la madre.
Antes de febrero de 2016, cuando un niño no quería regresar con la madre, el padre hacía la denuncia porque los juzgados de Violencia Doméstica entendían en el cumplimiento de visitas. Desde febrero de 2016, como estaban desbordados, los derivaron a los juzgados de Familia. Entonces, si un padre va a plantear eso le dicen que inicie un juicio de tenencia, el nene debe declarar que quiere quedarse con el padre, pero el juez le da 30 días a la madre y en esos 30 días la persona que lo tiene matraquea. Hay que ver si el chiquilín luego sostiene lo mismo. Es muy complicado. Nosotros hicimos una denuncia de una madre que destrataba al nene hasta con la comida, pero en esos 30 días lo convencieron y cuando llegó el juicio dijo que quería seguir con la madre. Lo dijo mirando al piso. Pensamos: la libertad no es libre, agarramos la cartera y nos fuimos.
 
¿Y qué opina de la ley de violencia doméstica?
Me parece que el proyecto integral es un disparate. Hoy ya hay un caudal de denuncias falsas que cercenan vínculos. Si sos mujer, le decís al abogado: “Me quiero separar de mi marido pero no se quiere ir de casa”. El abogado le sugiere hacer una denuncia de violencia doméstica psicológica y automáticamente al tipo lo sacan de la casa. Y si te sacan de la casa y yo no quiero, vos no ves a tus hijos. Hay que hacer un juicio de visitas que demora. Para mí, primero debería intervenir un equipo técnico que evaluara la pertinencia de la denuncia. Pero si ponés el proyecto integral, esto se amplifica. Te van a poder reclamar una indemnización por los daños que le hiciste a tu mujer. Se amplifican las posibilidades de denunciar violencia doméstica.
 
Eso puede agredir los derechos del denunciado.
Viola la igualdad constitucional y atenta contra la familia. Pero además, vengo a verte acá y luego te denuncio diciendo que me diste un café con alguna intención, y te denuncio porque la ley me lo va a habilitar. La ley de violencia doméstica exige que haya un vínculo de pareja, pero esta es de género, y cualquier mujer puede denunciar a cualquier hombre por casi cualquier cosa. ¿Te parece bien? Si lo que querés es cortar las muertes por violencia doméstica no pongas femicidio, porque el que mata a la mujer generalmente se suicida. Tutelale la vida, no la muerte. Si confirmás que el tipo la agredió y le ponés una pulsera y el tipo incumple, procesalo y mandalo preso. No puede ser que tenga 70 advertencias.
¿Por qué tantos derechos para la mujer y tan pocos para los niños?
Por los grupos que trabajan en esto. Hay muchas más organizaciones feministas que de niños. Y acá hemos adquirido la costumbre de legislar al clamor de las masas y eso no soluciona el problema de base. En vez de escuchar a los que gritan hay que atender el problema, porque capaz que hay gente que no grita pero que tiene más problemas que los que gritan.

Lea la noticia original AQUÍ

Chat
Enviar por WhatsApp