Cuando nació Abril, la segunda niña de Enrique Pérez, la mamá, que tiene serios problemas psiquiátricos, quiso regalarlas y las dejaba muchas veces en casa de amigas o de su cuñada (la hermana de Enrique).
Enrique volvía a casa del trabajo se veía obligado a salir a buscarlas. Ante esta situación, inicia el juicio de tenencia, y la gana. A los seis días de lograda la tenencia total le notifican una denuncia de abuso sexual contra las niñas. Esta denuncia fue puesta por su ex mujer, instrumentalizada por su propia hermana, quien a partir de entonces pasa a ser la cuidadora primaria de las niñas y a obstaculizar el vínculo de Enrique pero también de TODA LA FAMILIA y toda persona cercana a las nenas.
Hay testigos que aseguran en el Juzgado de Familia Nº 1 de Morón que las niñas son maltratadas, les pegan, duermen en la cocina, en malas condiciones de higiene, etc.
En poco tiempo sale la absolución firme de Enrique, y se comprueba que la denuncia de abuso fue totalmente falsa y las niñas no presentan signo de abuso alguno.
Desde entonces Enrique está peleando la restitución de la tenencia en el juzgado, que primero estuvo a cargo de la Dra. Estela Morano, luego pasó a la Jueza Glaniver, que falleció y tomó el caso la Jueza Aurora Estela Souza.
Es de destacar el pésimo desmpeño de la Lic. Psicóloga Hoffman, que posicionándose de parte de la acusación hizo varios informes en los que inventó que el padre era “homosexual y perverso“. Cuando el psicólogo de parte le pidió explicaciones para saber en qué basaba estas afirmaciones, no obtuvo otra respuesta que el silencio.
El Licenciado del Colegio de Psicología impugnó también el informe de la Licenciada Cuadros, que hizo un informe falso y negativo acerca del estado previo de las niñas.
Enrique sigue luchando por ver, escuchar y criar a sus hijas Iara y Abril, sabiendo que están en un hogar donde se las maltrata. Al Juzgado de Familia Nº1 de Morón que preside la Jueza Aurora Estela Souza no parece importarle.