Desde el Grupo de denuncia a Jueces de Familia de Morón que incumplen la Ley, queremos compartir esta emotiva carta que Angélica Iriarte escribe a su madre, en principio, y luego a su hermano Ángel, en ocasión de su 18º cumpleaños.
Ángel sufre síndrome de Asperger y Ángela fue su cuidadora, ya que junto a su hermanita fueron víctimas de los maltratos de su madre, como ya describió en esta nota de prensa.
A continuación, sus palabras:
Hoy 2018, se cumplen seis años de ausencia. Seis años de dolor, soledad, miedo, abandono.
Yo no pedí nacer, yo no te quise dañar, sólo quería amarte. Aprender de vos, lograr que me ames.
Yo una vez te quise. Ahora siento dolor. Quería ser libre y vivir en paz.
Yo no me fui porque “me calenté con un tipo”.
Yo no me fui porque “te desobedecía y era vaga en el cuidado de los chicos y los quehaceres de la casa”
Yo no me fui porque quise.
Yo tuve que irme. Fue la decisión más dura de mi vida, salir por esa puerta y mirarlos a mis hermanitos, sabiendo que esa era la última vez que escucharía sus voces. Estaba aterrada, no sabía si podría salir de ahí viva.
Nunca me tuviste paciencia, YO ACEPTÉ TODO, SOPORTÉ HASTA DONDE PUDE, PERO TE METISTE CON ELLOS, CREÍA QUE HABÍAS CAMBIADO, QUE CON MIS HERMANOS SERÍA DIFERENTE…
No, no lo fue. TU RESENTIMIENTO CRECIÓ
TUS TRAUMAS DE LA INFANCIA TE PERTURBARON MÁS, NO VOLTEASTE LA PAGINA, NO BUSCASTE AYUDA.
Cuando tuve que irme, no pude meditarlo semanas y decidir que era lo mejor porque estaba en riesgo mi salud. Ojalá ese hubiera sido el contexto y hubiera podido optar.
“Si te haces la loca vas a ver, a mi no me tenés que contradecir, porque yo soy la autoridad en esta casa”, “si tanto te gusta ese negro de mierda te vas a tener que casar”, frases peores que no quiero escribir me decía mi mamá mientras me amenazaba con una cuchilla a 2 metros de distancia.
Yo estaba aterrada, esperaba un cachetazo, o que me tirara un objeto a la cabeza, un tironeo de cabellos, algo a lo que ya estaba acostumbrada, para mí era lo “normal”.
Soportaba que me lo hiciera, pero el dolor y la impotencia cuando le tocaba a mis hermanos eran lo peor que podía sentir, ES HORRIBLE CUANDO SOS CÓMPLICE DE ALGO QUE NO QUERÉS, Y TE IGNORAN SI DENUNCIAS.
YO LE TENÍA MUCHO MIEDO A MI MADRE.
Ese día, simulé que todo estaba bien y decidí huir de mi casa a la fuerza, sabía que sería la última vez que escuchaba las vocecitas de mis hermanos.
Intenté volver, pero o no había nadie en casa, o escuchaba a mi madre decir “Que no entre la tipa” o la persona encargada de cuidarlos tenía orden expresa de no dejarme verlos (y mucho miedo a mi madre)
Una vez logré acercarme a mis hermanos y poder escuchar su voz por un segundo, viendo cuánto habían crecido, shockeada casi sin poder hablar, los ví con mucho miedo mirando para todos lados y se fueron corriendo.
ESE DÍA ME DESPLOMÉ, LLORÉ MUCHO, ES TANTO EL DOLOR Y LA ANSIEDAD, CUÁNTO LAMENTO NO HABER PODIDO HABLAR, TARTAMUDEABA, TUVE MIEDO, SÓLO QUERÍA DECIRLES QUE CADA DÍA PIENSO EN USTEDES, ME HACEN MUCHA FALTA.
Yo se que están enojados conmigo, pero a la vez quieren saber cosas. Quieren despejar sus dudas, yo estaría encantada de escucharlos, despues de seis años de estar silenciada por culpa de nuestra madre.
Madre intenté comprenderte, yo lo intenté.
Vivo con un duelo que va a terminar cuando abrace a mis hermanos.
Vivo porque tengo la esperanza de volver a verlos.
Vivo gracias a la gente que apoya mi lucha y me da todo su amor.
Vivo porque tengo un padre maravilloso.
Tengo que mostrar mi dolor, quiero que lean esta carta hasta el final y compartan un pedacito de mi historia, para que la gente que está pasando por esta tortura no se sienta sola, hay mucha desinformación y nos quieren hacer creer que casos como el mío son aislados.
SI VES CUALQUIER TIPO DE VIOLENCIA, NO TE QUEDES CALLADO/A.
Yo busqué ayuda, muchos fueron testigos de los malos tratos a los que éramos sometidos, pero NADIE SE METIÓ NI DENUNCIÓ, mi padre realizó las denuncias correspondientes y el Juzgado de Familia Nº 4 de Morón de la Jueza Gladys Pellegrini nunca hizo nada.
Odio cuando la gente prejuzga y dice “andá acá y hacé esto”, “seguro no le pasás la cuota y por eso el juzgado resuelve así”, “cambiá de abogado, el que te defiende no sirve”, “si el juzgado resolvió así es porque el tipo algo hizo”. Esto me recuerda cuando echan la culpa a una víctima de abuso: “salió con la pollera así, era muy tarde y fue imprudente, bla, bla” basta de HIPOCRESÍA.
Sólo el que padece mi situación puede saber cómo me siento, seguro el que lea esta carta y sea víctima de obstrucción de vínculos familiares, impedimento de contacto o falsas denuncias se sentirá identificado con lo que esté viviendo o que la esté pasando a un conocido.
Quiero pedir que me ayuden a difundir este mensaje hasta que llegue a oídos de mis hermanos ANGELO Y AGUSTINA IRIARTE, ellos no tienen redes sociales, pero tengo la esperanza de que se entereren que su hermana los recuerda todos los días, y aunque les hayan inculcado el odio, yo siempre los voy a amar.
GRACIAS POR LEER Y DIFUNDIR.